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Madrid, 1955

Comenzó su aprendizaje de ballet clásico a los 12 años en Madrid y lo continuó en Zaragoza, con María de Ávila, para volver a Madrid y trabajar con la argentina Juliette Durán hasta 1976, año en que marchó a Francia en busca de nuevos horizontes de expresión y desarrollo para la danza.

Allí se enroló en el Ballet Théâtre Contemporaine, una compañía nacional de danza clásica con sede en Angers, donde por primera vez tomó contacto con la danza moderna, a través de sus profesores Louis Falco, Caroline Brown y, sobre todo, Peter Goss.

Cuando llevaba dos temporadas con la compañía francesa, en 1979, el Thanztheater Wuppertal de Pina Bausch pasó por París. Nazareth quedó fascinada, se presentó a la audición convocada por la directora alemana y fue seleccionada. Desde entonces permanece desarrollado su profesión en esta prestigiosa compañía, a la que también pertenece su marido, el polaco Jamisz Subicz.

Nazareth describe su carrera junto a Bausch como "un gran aventura, un gran viaje por todo el mundo", y afirma que "con ella, cada creación es un infinito proceso de descubrimiento de uno mismo como persona. No hay un día igual que otro. Es un trabajo muy interior que tiene muchas consecuencias en todos los aspectos de tu vida. Para mí ha supuesto una gran liberación”.

Es Premio Nacional de Danza 2014 en la modalidad de Interpretación.

Foto: Ulli Weis