Multimedia
Revista
Entrevista
Entrevista a Lia Rodrigues
Publicada en el Nº 24 de la revista DDanza
Lia Rodrigues
Hacemos para encontrarnos
Por: Teresa Villarroya
Hablar de la propuesta artística de Lia Rodrigues es hablar de cuerpos que exploran sus límites y habitan lo humano inventando estructuras para que otros cuerpos, que miran, participen de ellas. Importa para esta coreógrafa estar en el lugar y dirige su compañía desde una de las setecientas favelas que definen la traumática geografía de Río de Janeiro, donde también ha levantado el Centro de Artes da Maré. Antes, a principios de los años ochenta, marchó a Europa para conocer lo que estaba pasando con la creación dancística en el resto del mundo y trabajó en la compañía de Maguy Marín. A su regreso se estableció en Río donde fundó la Lia Rodrigues Companhia de Danças y dirigió el festival Panorama. El pasado mes junio presentó en España Pororoca y participó en el mov-s Madrid 2010.

P- En tus propuestas hay una fuerte presencia de lo colectivo, de un lugar en donde pasan cosas e importa el impulso vital y la experiencia de afectos encontrados.
R- Está bien que me hables de ello, es tu visión, porque yo misma no he sido capaz de verlo y cuando hago una pieza no sé si estos son los motivos o las principales cosas que están en juego.
P- Peter Brook escribió: “En los sesenta y los setenta siempre estábamos juntos, lo hacíamos todo juntos, lo compartíamos todo y decíamos: nosotros, nosotros, nosotros. En los 90, siempre estábamos todos juntos, lo hacíamos todo juntos, lo compartíamos todo y decíamos: yo, yo, yo”.
R- Sí, sí.
P- ¿Y ahora qué pasa?
R- ¿Ahora qué pasa? [ríe]. Facebook es lo que pasa. Pienso que debemos observar el mundo como es – muy diferente al que era en los años setenta– y procurar nuevas formas de estar juntos. Más allá de Facebook y todas las redes que hablan del sujeto se trata de ver qué podemos hacer para encontrarnos de una u otra forma en lo colectivo.
P- ¿Y en la danza?
R- No se trata solo de la danza. La danza es lo que yo hago, pero me siento también una ciudadana y no puedo separarlo de mi trabajo. Las cuestiones de la creación están ligadas a las cuestiones del espectador y al lugar desde donde se hace la danza, porque las artes en que se produce un encuentro físico son muy “preciosas”. Es muy diferente el encuentro virtual del encuentro real. Un cuerpo que está delante de otro, el cuerpo que mira y el cuerpo que baila, esta posibilidad que se da en la danza y otras artes escénicas provoca cosas muy diferentes. No es mejor ni peor, es diferente.
P- ¿Ubicar tu compañía en una favela es un modo de negociar con otras realidades en tu práctica artística?
R- Es un acto que realizo como ciudadana. Mi país tiene una historia y una realidad muy diferentes de la de aquí, lo que me llevó a cuestionarme quiénes son las personas que pueden tener el derecho a hacer y ver arte contemporáneo. ¿Por qué el arte contemporáneo llega solo a unos pocos? ¿Por qué? ¿Es posible crear un diálogo entre esas realidades que no se visitan? Y esta reflexión me llevó a realizar ese movimiento de trabajar en una de las mayores favelas de Río desde hace siete años.
P- En Aquello de que estamos hechos tres mujeres desnudas explican a las personas cómo se han de sentar en el espacio de la sala para ver mejor. De Pororoca has comentado que se trata de una experiencia que necesita de un espectador muy abierto. ¿Buscas exponerlo a algo diferente? ¿Cuestionar su punto de vista?
R- Lo que pienso es en hacer una obra donde el espectador se sienta libre de hacer lo que quiera. El arte es un lugar de libertad. En Aquello de que estamos hechos proponemos al público que se siente en un lugar determinado, pero puede decir que no y nosotros lo escuchamos. De Pororoca se ha dicho que es una experiencia física, pero todas las experiencias son válidas, cada uno tiene la suya propia, como cuando me dijiste que en mi trabajo veías ciertas cosas. Es extraordinario porque para mí es muy enriquecedor saber que una persona puede convertirse en creadora de mi propio trabajo. Cuando hago una pieza pienso en cosas muy diversas, pero lo mágico es que una obra pueda activar en cada persona un pensamiento o un modo de imaginar diferentes.
www.liarodrigues.com
Pie de foto: Pororoca: Sammi Landweer