Ir a la web del INAEM (ventana nueva)
Usted está aquí: Inicio Multimedia Revista En la memoria: Pilar López

Multimedia

Revista

Reportaje

En la memoria: Pilar López

Publicado en la Web de la Revista -La Flamenca-
En la memoria: Pilar López
Pilar López, doña Pilar, nos dejó el pasado 25 de marzo de 2008.
Perdíamos con ella un capítulo vivo de la historia del baile flamenco. Pilar López Júlvez (San Sebastián, 1912) siguió los pasos de su hermana Encarnación y completó la obra que la mala fortuna vino a truncar en la persona de La Argentinita. Asistió a la academia de Julia Castelao, la misma a la que había asistido su hermana, y estudió música -canto, piano y solfeo-. La pequeña Pilar destacó en ambas facetas. Iba con frecuencia al Teatro Romea y allí completó su formación, viendo actuar a su hermana, a Pastora Imperio y a las principales artistas de aquellos días. Y, para sorpresa de todos, se convirtió en otra niña prodigio del mundo de las variedades. Dio sus primeros pasos con solo 12 años y a los 15 ya era toda una profesional. Actuó en el Price, en el Príncipe Alfonso, en el Teatro de La Latina, en el Romea, en el Principal y en el Kursal sevillano, donde tuvo además la oportunidad de ver La Macarrona y a La Malena. En estas giras, Pilar llevaba su propio número en el que tocaba el piano, cantaba y bailaba.


En 1932, le contrata el compositor cubano Ernesto Lecuona y ella sola, con el acompañamiento de dos pianistas, interpreta piezas de Falla, Albéniz y Granados, así como alguna de las canciones que había sacado del olvido García Lorca, especialmente Los cuatro muleros. Un año después, se incorpora al fin a la Compañía de Bailes Españoles de su hermana Encarna, de la que ya no se volvería a separar, salvo ocasiones muy puntuales. Los primeros montajes en los que interviene en esta nueva etapa de su carrera artística son El amor brujo y Las calles de Cádiz.En 1938, viaja a Nueva York. Allí permanecería, actuando en los mejores teatros norteamericanos, y especialmente neoyorquinos, hasta 1945, en que muere La Argentinita y ella regresa a España. Pilar llega a Madrid, y queda sumida en un estado de fuerte depresión. Pierde todo interés y decide no volver a bailar jamás. Afortunadamente, Pilar tenía amigos de verdad que consiguieron hacerle ver la vida de otra forma. Y Pilar decidió volver a los escenarios. En 1946, crea su propio ballet y se presenta en el Teatro Fontalva de Madrid. Ese día empezaba la etapa más importante de su carrera artística y desde ese momento tendría que tomar ella sola todo tipo de decisiones. Para esa presentación, Pilar preparó un programa muy estudiado. Habría coreografías de La Argentinita, pero también presentaría alguna suya. Y precisamente con una suya, el intermedio de Pepita Jiménez de Albéniz, inició el espectáculo. De 1946 a 1973, Pilar y su Ballet Español recorrieron Europa e Hispanoamérica. En 1947 y 1948 estrena tres de las coreografías que más aportaron al baile flamenco: Los cabales, Flamencos de la Trinidad y El Zapateado del Perchel.

Pilar abre la década de los cincuenta con El concierto de Aranjuez de J. Rodrigo, una extraordinaria comunión de una de las mejores páginas de la música contemporánea española con una de sus más inspiradas coreografías. En 1952, Pilar participa, como auténtica protagonista, en el filme de Edgar Neville Duende y misterio del flamenco, un impagable documental, hecho con sencillez e inteligencia, que ha dejado registrados para la historia del baile flamenco momentos irrepetibles. En él, Pilar presenta, con toda su compañía, panaderos y caracoles, baila Pepita Jiménez, la Danza española de Granados, y lega a la posteridad el modelo para la caña que había estrenado en Flamencos de la Trinidad.En los setenta, Pilar decide que ha llegado el momento de poner fin a su vida profesional. Uno de los últimos bailes que interpreta es la seguiriya que hace para la serie de televisión Rito y geografía del baile. Después, ya solo apareció muy esporádicamente en público y únicamente si se lo pedían sus amigos o si a ella le apetecía dar una pataíta por bulerías.La brillantísima ejecutoria de la mayoría de los bailaores que han pasado por su compañía ha dado a Pilar la aureola de maestra. Con ella estuvieron algunos de los más importantes bailaores del último tercio del siglo XX. Basta citar algunos nombres: Roberto Ximénez, Manolo Vargas, Paco de Alba, Curro Vélez, José de la Vega, Paco de Ronda, Antonio Gades, Mario Maya, El Güito, Caracolillo, Farruco, Juan el Pelao y sus hermanos El Fati y Faíco, José Granero y Alejandro Vega.

Pilar López ha sido una gran bailarina y una extraordinaria bailaora. Como bailarina destacó muy especialmente en la maestría en el arte de la castañuela. Con ellas se adornó e, incorporándoselas, embelleció incluso los bailes flamencos más dramáticos. Fue el suyo un baile sentido y solemne, majestuoso. Un baile sobrio y a la vez distinguido. Un baile esencial y serio, riguroso, sin ningún tipo de concesiones al efectismo, ni adornos fuera de lugar. Un baile que se caracterizó además por la exquisitez y precisión de sus marcajes y por unos pies que lucían lo justo, como en las bailaoras de antaño. Un baile quintaesenciado y elegante. Pilar destacó también como coreógrafa. En sus montajes demostró un perfecto conocimiento no solo de la geografía de los movimientos grupales, sino de las leyes dramáticas. Tenía un gran sentido de la teatralidad y sabía desarrollar coreográficamente cualquier argumento, dando a cada escena y a cada personaje el carácter y la fisonomía dancística que requería. La ambientación la conseguía con un simple detalle alusivo. Pero, sobre todo, sus coreografías reproducían su propia concepción del baile jondo: sobrio, elegante y diseñado desde el más depurado buen gusto artístico. Y, por encima de todo, Pilar López volvió a llevar el ballet español a los terrenos del baile flamenco. Le imprimió la flamencura que llevaba dentro.

Texto: José Luis Navarro / Foto: Juan de la Plata

Publicado en la Web de la Revista -La Flamenca-

www.revistalaflamenca.com
Acciones de Documento
  • Compartir
  • compartir en Facebook

© INAEM. - Ministerio de Cultura y Deporte

Proyecto desarrollado por SEMIC