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Apuntes coreográficos. Alicia Soto nos habla de su trabajo `In vino veritas´

Apuntes coreográficos. Alicia Soto nos habla de su trabajo `In vino veritas´
Abrimos nueva sección en www.danza.es. Bajo el nombre de `Apuntes coreográficos´ lanzamos una invitación a creadores españoles para que nos hagan partícipes de sus procesos de creación y elaboración de montajes, con textos elaborados por ellos mismos. Una nueva aproximación, directa y personal, al trabajo de la creación dancística en nuestro país.

Publicado el 22 de marzo de 2010

Alicia Soto, bailarina, coreógrafa y directora de Hojarasca Danza, mostrará en los próximos meses su trabajo In vino veritas. Sobre él, el proceso de creación, sus impresiones y reflexiones, nos habla en primera persona en este texto elaborado para www.danza.es

Por: Alicia Soto   Fotos: Julio Robles
Danza con sabor a vino


¿Como me surgió la idea de crear o recrear un espectáculo, toda una ambientación sobre el mundo del vino?
Apareció sutilmente de la misma manera que se cuelan las  ideas en nuestros sueños. Y un día sin más, me dije voy hacer un espectáculo de calle sobre el vino. A priori, ¿nada innovador,  nada nuevo? Cuántos espectáculos abremos visto sobre el vino, cuantas Bacanales, Dionisios y Baco, uvas esparcidas a doquier, de un rojo púrpura, lindas mujeres y borrachos...

Pero ahí radicaba  lo excitante y difícil de este nuevo sueño: crear un espectáculo con una diferente mirada y perspectiva sobre un caldo.


Al principio mosto, luego un caldo joven, afrutado, puesto a macerar desde marzo hasta mayo en una buena e interesante  barrica, el teatro de Serrada, Valladolid, donde la CIA es compañía residente desde 2007.
Mis ingredientes, dos bailarinas y un actor-bailarín, muy creativos, ricos en técnica e interpretación y tan absolutamente diferentes entre sí, tanto físicamente como en movimiento, pimienta, roble y canela,
Y a medida que yo juntaba sus cualidades, fuimos añadiendo más ideas juntos. Quité los posos, pasaron los gases del fermento.
Dimos a catar el joven vino en mayo de 2008 en Leioa, tierra de buen caldo de chacolí, frente a todos los bodegueros, en su congreso anual. Les pareció  joven pero muy atrevido. En la Feria de Umore Azokia, apuntaba con buen paladar  después en el TAC de Valladolid,  casi casi.
Descorchamos la primera buena botella de un Caldo (lo  dicen quien lo prueban) excelente sabor, con un buen cuerpo, (bien hilado) poético, que sorprende a cada trago,  rojo púrpura, con toques afrutados, en la Expo de Zaragoza.
(Pero la Expo no trataba sobre el agua?.... Si pero este vino empezó siendo agua) y maceró tanto que pasó a ser un vino degustado ( según las apetencias) en el teatro.

En todos mis procesos de creación hay una parte muy importante que es la investigación o trabajo de mesa, así que no empiezo  desde el movimiento, sino sentada en una silla escribiendo y aprendiendo, documentándome. leyendo. Y después de un mes o meses construyo una dramaturgia, escribo las escenas, los personajes que son, si hay texto, la escenografía...
Elijo los textos y fotos que apoyarán las improvisaciones de los bailarines, relacionadas a cada escena.
Las que moldeo, cambio, quito, pongo, destruyo, añado. Tiro, incluso, pero me sirven de partida. O simplemente  creo secuencias de movimiento.
Siempre, mi dirección se dibuja desde fuera, sentada en el patio de butacas. Luego me introduzco en la escena, me subo al escenario  y desde la intuición es ahí donde siento el tiempo, el peso y el ritmo  de la escena. Importantísimas las transiciones.

Descubrí que el vino, como concepto, está muy presente en nuestra sociedad: en el lenguaje con cantidad de refranes, en la religión, (la parábola de cambiar el vino por agua, asemejar la sangre de cristo  en vino, en la comunión...)
Todas las imágenes de una botella o copa  que remueven nuestro imaginario y automáticamente nos llevan a una idea, una botella con un mensaje que lanzas al mar.
Con el vino se celebra el amor, con el vino el poeta acompaña su inspiración. El vino está en las cacerías, la sangre y las grandes comidas. Hay palabras y palabras, (el borracho-charlatán siempre dice la verdad) Las alucinaciones de animales cuando bebes demasiado, las arañas y los murciélagos. La tierra, la arena, el agricultor, la parra, los cambios de estación.
La música, como el vino, macera, suave, clásica (el Réquiem de Mozart, el brindis de La traviata de Verdi  hasta  la transformación hacia lo contemporáneo de Ramnstain).
Cada uno de estos conceptos son escenas que se suceden al descorchar una botella.
Y  la clave fue, partir del concepto del movimiento artístico del surrealismo francés, mirar el espectáculo por el culo de la botella.
Lo que nos llevó a investigar  y darle la vuelta a todo para construir muchas pequeñas cosas e investigar el movimiento, desde el concepto, creando una dramaturgia basada en el lenguaje de la imagen.


Así que todo es disonante,  desde los propios personajes hasta los elementos. Copas grandes, copas pequeñas, muchas clases de botellas, efectos especiales, magia,  Y se convirtió en una coreografía de elementos acompañados por  inteépretes –bailarines, donde el espacio para el movimiento puro es pequeño.

Cada sueño tiene su carácter y su necesidad. Esto es lo lindo y lo sorprendente de mis procesos de creación.

Un día, pasado ya todo, descubrí por qué elegí el tema sobre el vino: de camino a Valladolid- Serrada, me di cuenta de que los campos están llenos de viñedos y día a día veo cómo se transforman:
Ahí radica el poder de las imágenes, subliminal e inconsciente, su significado se cuela en nuestra mente y toca la tecla de la emoción.

Ver gira de In vino veritas AQUÍ






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