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Alicia Alonso: «Cada día me levanto y pienso solo en vivir»
Publicado por Julio Bravo en ABC, 13 de septiembre de 2013
La legendaria bailarina ha vuelto a España al frente del Ballet Nacional de Cuba, de gira por nuestro país.
Alicia Alonso es una mujer asombrosa. Con noventa y dos años, sigue impertérrita llevando las riendas del Ballet Nacional de Cuba, que ella misma fundó hace más de medio siglo. Y si para acompañarlo hay que viajar a España, no duda en embarcarse en un avión y cruzar el océano. Y si al llegar hay que atender a los periodistas, sin apenas dormir y descansar, ella está dispuesta. Cansada, con los reflejos y el oido algo velados, pero con la firmeza y determinación habituales. Mantiene intactos el perfil digno y altivo, las manos arbóreas y la mente lúcida e inteligente.
«Tengo todavía tres ballets por estrenar», dice Alicia Alonso, satisfecha de su proeza. «¿Se levanta entonces cada día pensando en crear algo nuevo?», le pregunto. «No. ¿Usted sabe en qué me pienso todas las mañanas al levantarme?... En vivir. Me gusta mucho la vida, y creo que soy útil en la vida; eso me da un estímulo muy grande para seguir viviendo. Física y mentalmente, el ser humano tiene tendencia con los años a cansarse y a huir de la realidad; a querer descansar. ¡No! Todo aquel que tenga algo que ofrecer a los demás seres humanos no puede de ninguna manera descansar. Nos debemos a los demás». La vida de Alicia Alonso es la danza. «No concibo la vida sin ella. Y tener algo que ofrecer, poder compartir mis conocimientos, mi experiencia y mis enseñanzas, le da un sentido a mi vida, me hace sentir que soy necesaria. Y eso es mi razón de vivir».
Se le presenta por delante una nutrida agenda en los próximos días: la gira de la compañía por España, con la recepción del premio Atahjualpa del Cioppo en el festival iberoamericano de teatro de Cádiz; un homenaje en Sevilla el 2 de noviembre, y la presentación del libro «Alicia Alonso o la eternidad de Giselle», que ha escrito Mayda Bustamante al cumplirse setenta años de la primera ocasión en que encarnó el que habría de ser su más emblemático papel. Fue en el antiguo Metropolitan de Nueva York, en el año 1943.
Giselle
«“Giselle” –el 2 de noviembre el Ballet Nacional de Cuba lo bailará en el Maestranza sevillano– es el primer papel que bailé como primera bailarina absoluta», recuerda. «Lo bailé con Anton Dolin en el American Ballet Theatre de Nueva York; fue algo repentino, porque la bailarina que debía hacerlo, Alicia Markova, enfermó. Las demás no se lo sabían o no querían bailarlo, y yo lo hice. Me di cuenta desde el primer momento de que era un papel muy rico, y lo he seguido trabajando durante toda mi vida; incluso ahora. Gozo mucho cuando se lo enseño a los demás, porque me siento –insiste en ello– útil para los demás. Tengo algo que puedo dar».
Alicia Alonso ha interpretado los principales papeles del repertorio clásico. «De todos los personajes he aprendido, con todos me enriquezco. Lo hago también cuando se los enseño a los demás. Es esa cosa linda que me alimenta como bailarina y como mujer. Entre Giselle y Carmen, por ejemplo, hay muchas diferencias. Giselle es el romanticismo puro, mientas que Carmen es realismo absoluto. Lo opuesto». Pero Carmen, reconoce al fin, «es especial para mí. Me recuerda a mi niñez, cuando estudiaba baile español. Yo siempre he tratado de bailar de manera sensual, y Carmen me permitía mostrar a esa mujer».