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`Aliados con la creación´Publicado en la revista DDanza
Aliados con la creación
Cada vez son más. La creación se descentraliza y encuentra refugio en localidades medianas donde el tiempo y el espacio no se mide como en las grandes ciudades, sedes tradicionales de la producción escénica. Fruto de la iniciativa privada o del impulso municipal, esto viveros de creación y exhibición apuestan por los nuevos lenguajes, la programación diversificada y el riesgo creativo. Son además, espacios para la reflexión y el intercambio, entes vivos que lanzan sus redes a la sociedad del entorno. Un trabajo de fondo que, ingrato a corto plazo, va haciendo camino para entremezclarse con los tejidos culturales y en los intereses de unos espectadores que se dejan seducir por lo nuevo. La danza ocupa en todos ellos un papel destacado.
Por: Sara Esteller
Fábricas en desuso, mataderos reconvertidos o cuarteles al servicio del arte. La singularidad de los espacios elegidos para desarrollar estos proyectos da información sobre la filosofía abierta de sus bases y la voluntad de reconvertir, de quitar el polvo y levantar sobre viejos cimientos nuevas construcciones. La mayoría han creado modelos de trabajo únicos, con ejes reconocibles pero adaptados a las necesidades propias.
L´Estruch de Sabadell es uno de los más veteranos. Desde 1995, cuando se abrió como centro de producción, no solo ha crecido y multiplicado sus tentáculos de actividades, sino que como dinamizador artístico se ha convertido en un referente. Manel Rodríguez, quien desde los inicios ha ido moldeando a través de la estructura municipal esta ´Fábrica de creació de las arts en viu´ confirma que la intención es “dar salida a productos que no entran en los circuitos convencionales”. Ubicada en una antigua fábrica textil, L´Estruch es hoy en dia una guarida para artistas de todas las disciplinas y, además de la exhibición de espectáculos en su propia sala, - abierta en 2002-, ofrece periodos de residencia amplios. Música, artes plásticas, visuales, teatro, danza o la combinación de todas o alguna de estas disciplinas tiene cabida en L´Estruch. ¿A quién se dirige la programación? “A un público joven, pero no de edad, sino de actitud, gente que tiene la necesidad de ver los productos artísticos de su tiempo” afirma Rodríguez. La lista de colaboraciones, actividades, residencias y proyectos es extensa, y una de las principales preocupaciones es que el centro viva de cara y en relación con la ciudad y sus entidades.
Desde hace cuatro años el Certamen Coreográfico de Sabadell, que lleva el sello de L´Estruch, se ha sumado a las acciones de apoyo a la danza que lleva a cabo el municipio barcelonés. Raravis, Lanónima, Marta Carrasco, Jordi Cortés y un largo etcétera de artistas han parido creaciones entre las paredes de L´Estruch. Hasta el verano, Contrapunctus, Roberto Oliván, Esther Aumatell o Bàtafuria son algunas de las compañías programadas.
De repente, de La jaula de grillas, pieza ganadora del III Certamen
Coreográfico de Sabadell
Pioneros desde el norte y recién llegados en el este
La Fundición de Bilbao lleva más de 20 años trabajando por la creación contemporánea, también por la danza, para que esta “no sea un hecho excepcional y forme parte de la geografía de las ciudades” según indica Luque Tagua, programador de la sala y de los festivales Dantzaldia y Lezku Leku. “Vamos de la mano del creador no solo en exhibición, también en pensamiento”. Sin centrarse en la producción vasca pero prestándole la necesaria atención, la Fundición pone en contacto a la comunidad de creadores con agentes de todo tipo y ha conseguido crear un público fiel y crítico al que le gusta que se le sacuda. “Creemos en el chirimiri, ese goteo constante que genera un clima, una vegetación, y no en un chaparrón que arrasa con todo como a veces son las programaciones”. Tienen confesada voluntad de enamorar al público y dan espacio a los más jóvenes y a los más consolidados de los creadores, pero cada uno en su correspondiente marco. En los próximos meses una nueva edición de Lekuz Leku (en junio) y las actuaciones de Olazt de Andres y Sharon Fridman, Beatriz Vazquez, Losquequedan y Compagnie 7273 son algunas de sus propuestas.
Frente a la veteranía de los vascos, el Centro L´Escorxador de Elx lleva poco más de un año ofreciendo en el antiguo matadero de la ciudad alicantina una actividad incesante. Alicia Nuñez, gestora cultural de este espacio municipal reconoce su voluntad de apoyo a los nuevos espectáculos contemporáneos, de ser “casa de los artistas”, difusor del arte abierto a todos los proyectos independientemente de su lugar de origen. “En términos económicos no podemos competir con otros centros más establecidos, pero esta ciudad es como un oasis y el centro un lugar libre de “ruidos” que ofrece mucha tranquilidad a la hora de trabajar”. Labrándose un público cada vez más fiel, desde L´Escorxador se da cabida a la danza a través de talleres, cursos y de la exhibición y coproducción de espectáculos. Otra Danza, TitoYaya o Societat Doctor Alonso son aliados del magnífico espacio.
Muerete mucho, de Alba Barral y Horne Horneman, ganadores del IV Certamen
Coreográfico de Sabadell
También en Murcia, Cádiz y Vigo
El Centro Párraga trabaja en red con otras estructuras similares con la sana intención de sembrar para favorecer el crecimiento cultural de Murcia en las artes escénicas. Formar, investigar, contaminar, producir, desarrollar son verbos indispensables en el discurso de su director artístico, Juan Nicolás, quien reconoce que “el papel de las dramaturgias del movimiento ocupan un lugar relevante en la escena y en el pensamiento del panorama actual, de ahí que incidamos directamente en la recuperación de la memoria de la danza y su evolución en los últimos 20 años”. ¿Supone una ventaja o un hándicap trabajar fuera de una gran ciudad? “Sin lugar a dudas las periferias favorecen la descentralización, y en los últimos diez años han proliferado este tipo de espacios por su idiosincrasia, convirtiéndose en puntos de mira donde el contexto social y demográfico favorece el desarrollo cultural”. Coproductor activo, el Párraga ofrece con Mov Hi y otras citas anuales la cercanía con lo más nuevo en torno al movimiento.
Más al sur, en Cádiz, María González, coordinadora de El Hervidero, se empeña en dar visibilidad a los nuevos lenguajes. “La creación requiere tiempo y espacio, algo que se encuentra saliendo de las grandes urbes”, añade, convencida de su ventaja comparativa con las grandes capitales.
Es curioso que la filosofía de este centro, activo como tal algo más de de dos años, se inspire en la Pepa, la famosa constitución liberal firmada en Cádiz y para cuyo bicentenario (que será en 2012) se iniciaron anticipadamente programas culturales como el de El Hervidero. Dispuestos a abrirse al mayor número de público posible, González coordina también el festivo Cádiz en Danza, que del 17 al 24 del próximo mes de abril presenta una programación internacional que también recoge mucho de la producción local y andaluza.
Entomo, de Álvaro Esteban y Elías Aguirre
A estos centros multiactivos hay que añadir otras muchas iniciativas que desde Asturias – la temporada de danza de Cajastur que se celebra en mayo-, País Vasco – el centro cultural Egia- Andalucía - el teatro Xtremo de Jaén o la Imperdible de Sevilla- , o Cataluña – L´Animal a l´esquena en Celrà - por poner solo algunos ejemplos, ayudan a esparcir las semillas de la curiosidad y de la creatividad por todo el territorio.