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25 años de Ananda Dansa

Entrevista a Edison Valls y Rosángeles Valls, directores de la compañía
Por el Portal de la Danza en España, Danza.es


Referente en la danza contemporánea hecha en nuestro país, cumple Ananda Dansa 25 años y estrena montaje. Un recorrido a través de la memoria, en el que lo vivido, lo perdido y el presente, se reúnen para dar forma al viaje coreográfico que es Alma, y que la formación valenciana estrena el 29 de septiembre en Paterna y el 18 de octubre en Valencia. De todo ello hablamos con Rosángeles Valls y Edison Valls, directores de Ananda Dansa.

Por: www.danza.es




P- Veinticinco años de trayectoria… ¿cuál es la fórmula?
R- No creemos que exista ninguna fórmula excepto la inconsciencia y el mantener las ganas del primer día. Quizá es que no nos hemos dado cuenta del transcurrir del tiempo, y la razón es porque seguimos teniendo cosas que decir y que comunicar mediante la danza. Y, al mismo tiempo –es inevitable– se van creando vínculos con la gente que está comprometida con nosotros en la organización ANANDA DANSA, vínculos que hacen de la permanencia una responsabilidad. Desde luego, si hubiéramos percibido conscientemente cómo pasa el tiempo, cuáles son los compromisos que vamos adquiriendo y que, con mucha frecuencia, nos ahogan... no creo que en nuestras circunstancias hubiésemos llegado hasta el presente.

Porque si para una compañía de teatro ya es un hecho importante llegar a los 25 años... para una de danza contemporánea es algo totalmente inaudito, en un país donde la danza está todavía esperando un plan nacional de fomento y donde actualmente todavía hay que concienciar a los programadores para que exhiban danza en sus espacios; es decir, en un país donde la danza no está normalizada, si hemos alcanzado esa edad no tenemos más remedio que reconocernos el mérito. Llegar aquí es importante.

La única formula que se nos ocurre, ahora, a posteriori, es que tenemos un discurso artístico coherente, cuidado y apreciado que no se ha anclado en el tiempo, al mismo tiempo que hemos gestionado los pocos recursos de que disponemos (hay que tener en cuenta nuestra procedencia) de forma muy clara y fiable, procurando esencialmente que estos reviertan de manera prioritaria en el equipo artístico y las giras, que es lo que nos proporciona la estabilidad, es decir la continuidad en el tiempo.



P- Un recorrido tan largo da para mucho. ¿Qué resaltarían, en la actualidad, de esta andadura de Ananda Dansa?
R- El compromiso. En primer lugar siendo fieles a nuestro discurso artístico y coreográfico, sin dejarnos influir por lo fácil o por lo que está de moda. Con el público, proporcionándole espectáculos que le conmueva y le haga pensar. Con nuestra gente, con los programadores y, por supuesto con las administraciones públicas.

También destacaríamos las miles de vivencias maravillosas, de risas, de conocimientos, de anécdotas y de amistades que hemos ido haciendo en estos años. Y es que 25 años de danza dan para mucho.

P- ¿Recuerdan cómo fueron aquellos inicios de la compañía en Valencia?
R- Los inicios siempre son impetuosos, maravillosamente locos, llenos de ilusión, de ganas de comerte el mundo y de una energía inagotable. Nos llamábamos ANANDA DANSA, con el subtítulo de TEATRO DEL BAILE. Así es como nos definíamos, y aunque ya no utilizamos la denominación teatro del baile, este concepto sigue estando vigente. “Ananda” es una palabra en sánscrito que significa sé feliz con aquello que hagas. Y nosotros hemos sido (relativamente) felices con nuestro trabajo.

Queríamos encontrar, y seguimos y seguiremos siempre buscando en cada una de nuestras creaciones, una manera de hacer propia, que aúne el teatro en lo que tiene de componente social con el lenguaje de la danza. La investigación del lenguaje, la experimentación de la danza y el teatro, más la ausencia de códigos predeterminados, ha sido y sigue siendo nuestra piedra filosofal.

P- ¿Qué les impulsó a formar Ananda Dansa?
R- Esos mismos motivos, creer que la danza tiene un componente de comunicación muy potente que va más allá de la simple expresión de sentimientos y abstracciones. Que se puede ir más lejos de la perfección de la técnica y del vocabulario coreográfico. Nuestro camino ha sido el de, sin desatender el lenguaje coreográfico y la técnica, investigar la otra vía, la de los lenguajes escénicos: experimentar con las distintas formas de construcción de espectáculos completos a partir de los recursos de la danza de creación.

P- ¿Se puede sentir una influencia de la ciudad donde Ananda Dansa nació y reside, Valencia, en la trayectoria de la compañía?
R- A nivel artístico es evidente que, de una manera a veces consciente y otras inconsciente, usamos los referentes culturales del lugar geográfico donde residimos y nos desarrollamos como colectivo artístico. El relato de nuestros espectáculos siempre parte de nosotros mismos, impregnándolos de nuestras ideas, de nuestros sentimientos, de nuestra forma de ver las cosas; a nuestra manera, con nuestra cultura, tan valenciana; a veces con un sentido del humor crítico, muy mediterráneo. Sin escondernos. Y sin renunciar a la contemporaneidad. Como creadores, somos espectadores de una sociedad de la que formamos parte y en la que estamos inmersos y bebemos de nuestros orígenes, de nuestras fuentes, que son también las fuentes del espectador...

A otros niveles, desgraciadamente, también hemos notado los aspectos negativos que comporta esta misma condición, y esto es algo ha influido notoriamente en nuestro crecimiento. El respaldo que nuestra organización recibe de la Comunidad Valenciana no es comparable al que hubiéramos recibido si, por ejemplo residiéramos en Catalunya. Y lo mismo sucede por lo que respecta al Ministerio de Cultura. Por poner un ejemplo: nuestra compañía ha actuado más veces en Alemania que en Catalunya, a cuyos escenarios únicamente ha tenido acceso una sola vez hace veinte años. Y en Madrid, desde que desapareció el CNNT, las compañías de fuera de la capital, al tener que asumir, aparte de las nóminas, las dietas, hoteles y viajes, lo tenemos muy difícil. La taquilla y la danza todavía son irreconciliables.

P- A lo largo de 25 años se pueden conseguir muchas cosas, entre ellas una firme identidad en las propuestas. ¿Cómo definirían el sello o lenguaje de su compañía?
R- Nos lo han definido de muchas maneras, pero cualquier definición deja de ser contemporánea en el momento en que se enuncia; hablar de una marca, de un lenguaje propio, de un sello que defina a nuestra compañía cuando tenemos una obra extensa y propia no deja de ser una abstracción de su conjunto. Un resumen pasional. Lo real, lo que refleja un hacer propio es la colección. Es decir, el conjunto de todas las creaciones.


P- Alma se llama su nuevo espectáculo, y conmemora estos 25 años de trayectoria… ¿haciendo memoria?
R- La idea inicial sobre el espectáculo se ha ido transformando según íbamos ahondando en ella, y el discurso coreográfico, aún partiendo de la memoria, está concretando en tres temas principales con varios brazos: lo vivido (El jardín de los cerezos), la añoranza por las personas que perdimos en el camino (Los desgarros del alma), el presente (la Individualidad frente a la Comunidad) y un Epílogo final ( Las Ítacas)

Éste es un texto que resume bastante nuestro nuevo trabajo

La memoria es el centinela del alma (Shakespeare)


"Lo más interesante de la vida es seguramente también lo más valioso.
Gracias a la habilidad que tenemos las personas de poder formar recuerdos y poder recuperarlos después, sabemos quiénes somos, amamos, disfrutamos, hacemos planes y sufrimos los desgarros del alma... en definitiva, vivimos y sobrevivimos.
Un recuerdo es un aliado del corazón, una emoción escondida, que vale para confortar y también para divertir (o para hacer sufrir) en secreto a quien lo atesora. Porque todo lo que nos gustó una vez, gustará de nuevo siempre que se evoque. Igual que todo lo que dolió o todo lo que nos irritó.
Recordar es dejar que aflore el alma.
Con ayuda de la memoria revivimos las emociones que sentimos en su dia.
En el alma guardamos el registro de la vida, nuestras vivencias mas intimas.
Pero acariciar un buen recuerdo no significa mirar atrás. No, nada de eso; recordar es sencillamente,
que nos quiten lo bailado".

ANANDA DANSA


P- Suele ser una constante en su trabajo el tomar la realidad que nos rodea como punto de partida… ¿siempre con una mirada crítica?
R- Nosotros somos artistas testigo. Somos ciudadanos del mundo y muy receptivos con lo que sucede. Vivimos los acontecimientos de una forma presencial y estos pasan por delante de nosotros sin que los provoquemos ni influyamos en ellos; solamente los reflejamos desde nuestro quehacer artístico, intentando siempre ser objetivos y mostrando la realidad desde su más pura desnudez.

P- En este sentido, ¿considera que la danza debe funcionar como un arte que refleja y denuncia aquello que vivimos en sociedad?
R- Es una elección de cada creador, de cada compañía. Es indudable que la danza, en tanto que arte, tiene unas leyes estéticas que son obvias. La elección de cada creador es, o bien sumarles su propia visión del mundo, o limitarse solamente a transitar por ellas.
Los medios de los que ANANDA DANSA se vale son la caligrafía de los cuerpos, la poesía, la belleza de las imágenes, las sugerencias, que hacen que la forma de comunicarse con cada uno de los espectadores del patio de butacas, sean distintas e intransferibles; todo ello forma parte de nuestro discurso. Y nos valemos de estos elementos para intentar conseguir que nuestros espectáculos lleguen al público como algo más que la danza por la danza, con algo más que la admiración ante la técnica depurada de los bailarines, con algo más que la exposición, entre autista y autocomplacida, de abstracciones o sentimientos generales tipo tristeza, soledad, la infancia perdida...

Y por esa razón buscamos que nuestros espectáculos transmitan emociones, y que de la emoción se pase a la razón, y que ésta las convierta en ideas, sentimientos y conceptos: ése es y ha sido siempre nuestro reto. Superar el lenguaje de la danza yendo más allá de la técnica, yendo más allá de las emociones genéricas... huyendo de las abstracciones complejas, haciendo que la obra le entre al espectador por los sentidos para llegar a la mente, que es de donde partió.

Queremos contar historias. Y contarlas de una manera que sea cercana al espectador, próxima a él, para que la sienta como suya: es decir, sin artificio.

P- Tienen en su haber casi veinte espectáculos… ¿se les antoja la realidad como una fuente de inspiración inagotable?
R- Lo que es realmente inagotable es la dimensión, es decir las distintas formas de manifestarlas, la concreción escénica del reflejo de una emoción que sea personal y a la vez igualmente válida para todos los espectadores.
Pero la realidad es inamovible y cíclica, sólo cambia el tempo de los acontecimientos, sus protagonistas, el disfraz... Nosotros cambiamos los órdenes y las intensidades, pero el discurso nos lo sigue proporcionando nuestra preocupación como ciudadanos.

P- La guerra civil, el terrorismo, el papel de la mujer…. Son temas que ustedes han tratado con sus obras. ¿Qué le preocupa actualmente a Ananda Dansa?
R- Ahora estamos inmersos en el proceso creativo de Alma, el espectáculo conmemorativo del 25 aniversario de la compañía. Este espectáculo partió como un espectáculo resumen o compendio de nuestra trayectoria, y en esa idea nos adentramos. Sin embargo, a medida que íbamos ahondando en nosotros mismos, hemos ido rechazando nuestras propias propuestas.
No hemos querido revivir recuerdos concretos, ni siquiera recrearnos en creaciones pasadas, es decir en nuestros espectáculos. Hemos preferido mirar nuestro interior. Así, nos hemos centrado en lo que más nos ha enriquecido en este viaje, que son, indudablemente, las personas, los amigos que han recorrido este camino con nosotros; con especial atención a la añoranza por aquellos que se han quedado atrás, por el vacío que provocan, por el viaje que emprenden... que todos emprenderemos.

Pero también hemos querido en este recorrido llegar al presente. Vivir, sobrevivir, ¿supervivencia? Nos hemos acostumbrado a recubrirnos con un caparazón de buen humor frente a todas las cosas horribles que suceden en el mundo. Y es que, nos decimos, poco podemos hacer contra el despropósito en el que estamos inmersos. ¿O sí?

Porque siempre quedaremos nosotros, los que amamos, los que no olvidamos que defender nuestras libertades es, también, un ejercicio de responsabilidad. Como dice Kavafis: enriquecido por las experiencias de tan hermoso viaje, entenderás lo que significan las Ítacas.

P- En sus espectáculos, se encuentran también claras referencias literarias. Bertold Bretch y Mary Shelley son algunos ejemplos… ¿Qué tipo de literatura le interesa a la hora de crear?
R- Casi nunca nos hemos planteado hacer un espectáculo a partir de un referente literario. Excepto, claro está, en algunos montajes dedicados a público familiar (hemos trabajado El Mago de Oz, las Alicias de Carroll, el Peter Pan). La novela de Mary Shelley es quizá el único caso en que intentamos una transposición al mundo de la danza de una obra preexistente. Mientras que con Brecht, lo que nos interesaba era el momento histórico en que vivió, los inicios del fascismo –los tiempos sombríos– y las imágenes que nos suscitaban sus poemas, así como la música de Kurt Weill. Pero mentiríamos si dijéramos que los textos literarios que nos gustan, los personajes que nos interesan, no influyen en nuestra manera de ver y comprender el mundo y, por tanto, de crear.

P- Y el público ¿qué importancia tiene para su compañía?
R- Toda.
Nuestras creaciones son pensadas y destinadas a los distintos tipos de públicos. Ellos son los verdaderos y únicos destinatarios de nuestro trabajo. Por tanto la confrontación con ellos es la culminación del proceso artístico. Y de su forma de reaccionar y de sentir individual y colectivamente el espectáculo dependerá la evolución del mismo.

Nuestros espectáculos nunca están cerrados: tratamos de conjugar las sensaciones que nos producen, antes de su confrontación con el público, con las impresiones que nos transmiten después de haberlo visionado. En esa dialéctica está el verdadero presente y también el futuro, no sólo de la obra sino también de la compañía.

P- ¿Consideran relevante tenerlo en cuenta en el proceso de creación?
R- Evidentemente y, además, desde el principio del proceso de creación. ANANDA DANSA siempre busca la complicidad del espectador... y también su afecto. Nuestro principal trabajo como creadores es colmar nuestros espectáculos de imágenes poéticas equivalentes a las imágenes verbales, ya que nuestras obras no buscan únicamente subyugar al espectador a través de la belleza formal, sino que pretenden también alcanzar su razón.

P- Como una de las compañías más consolidadas en la danza actual, ¿qué aconsejarían a aquellas formaciones y creadores que quieren distribuir su trabajo por carteleras diversas?
R- No hay fórmulas para permanecer, como tampoco hay fórmulas para que los demás aprecien tu trabajo. La confrontación de los espectáculos con el público es lo que más puede enseñar a un creador. No tenemos ningún consejo que dar, éste es un oficio en el que hay que arriesgarse y vivirlo.

P- ¿Cómo ve usted a Ananda Dansa, actualmente, dentro del panorama de la danza contemporánea?
R- La vemos como siempre, una compañía que posee un repertorio propio fácilmente distinguible del resto de compañías de danza. Que siempre ha valorado sus objetivos estéticos inserta en la contemporaneidad y en la que sus componentes han disfrutado del tiempo necesario para realizarse como artistas.

P- ¿Y cómo se la imagina dentro de otros 25 años?
R- ¿Y usted?

© www.danza.es

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