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Biografías
John Cranko
Bailarín y coreógrafo dirigió el Ballet de Stuttgart
1927-1973
Influyente figura de la danza se presenta John Cranko como una de las personalidades más destacadas de este arte. De origen sudafricano, cultivó desde niño su interés por la danza, llevándole a los 19 años hasta Londres para ingresar en el Sadler´s Well Theatre Ballet como bailarín. En esta reputada agrupación desarrolló Cranko sus primeras interpretaciones pero también incipientes creaciones. Una de ellas es Trisch-Trasch, que interesó a Ninnette de Valois, fundadora y directora entonces del Sadler´s Ballet, incorporándola al repertorio de la compañía. A principios de la década de los 50 del siglo pasado, Cranko ya se alzaba como coreógrafo residente de la agrupación inglesa. De este periodo destacan obras como Pineapple poll y La bella y la bestia. Pero fue su paso por el Stuttgart Ballet su labor más recordada. Hasta él llegó a principios de los sesenta del siglo pasado, y en él realizó su mayores logros: como coreógrafo, de aquel periodo son sus obras Onegin, La fierecilla domada, y una nueva versión de Romeo y Julieta, montaje clave de su trayectoria; y como director, por situar a esta compañía como una de las más reputadas en el panorama internacional, dibujándola con un elenco de bailarines a los que protegía y respetaba. Como Marcia Haydée, su musa durante algunos años, Ray Barra y Richard Cragun, entre otros. Además de su labor en el Ballet de Stuttgart, y que desempeñó hasta el final de sus días, Cranko también creó obras para otras compañías como el Ballet de la Ópera de Munich y el New York City Ballet.