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Biografías
August Bournonville
Bailarín, coreógrafo, maestro, director y legendaria figura
De gran relevancia en la historia del ballet clásico, dio lugar la manera de hacer de esta figura, a toda una corriente, sello y lenguaje propio, que bajo el nombre de “Escuela Bournonville”, se sigue transmitiendo aún hoy día. Su nombre representa la tradición danesa de la danza clásica, y gracias a su dedicación pudo elevar el ballet danés al nivel de las mejores compañías europeas. En él se introdujo desde pequeño. Su padre, famoso bailarín, comenzó a darle clases casi al mismo tiempo que Bournonville empezaba a caminar, y a los 8 años ingresaba en la Escuela del Teatro Real de Copenhague. Aunque dirigió importantes Óperas como las de Londres, París y Suecia, y estrenó obras en otras tantas ciudades europeas, fue en el Real Ballet de Dinamarca donde August Bournonville desarrolló casi toda su carrera, primero como bailarín y más tarde como coreógrafo. Allí estrenó obras que han permanecido más de un siglo en su repertorio, y allí puso en práctica el ballet de gran virtuosismo, soltura interpretativa y elegante elasticidad, que caracteriza su estilo. Se interesó por la interpretación masculina del ballet e intentó crear un estilo para bailarines. Y diseñó una fórmula de entrenamiento, que aún hoy se sigue practicando en la escuela danesa, en la que se establece una clase de ballet diferente para cada día de la semana. Gran amante de la música y consciente de la importancia de este arte en su relación con la danza clásica, August Bournonville cultivó importantes relaciones con compositores de su tiempo. Se retiró en 1877 y murió dos años después. Algunas de sus obras son, La Sílfide (1832), Napoli (1842), El Conservatorio (1849) y Una leyenda popular (1854).