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Una de las figuras más sólidas del clásico español, Antonio Márquez comenzó sus estudios de danza a los 12 años en Ibiza y en 1981, de vuelta a Madrid, ingresó en la escuela del Ballet Nacional de España, donde comenzó a bailar como profesional un año después, primero como bailarín solista (bajo la dirección de María de Ávila) y después como primer bailarín (con José Antonio de director).

El Ballet Español de Madrid, el Ballet Región de Murcia dirigido por Merche Esmeralda y el Ballet de Víctor Ullate, donde fue invitado para participar en una versión de El Amor Brujo, son algunas de las compañías por las que ha pasado Antonio Márquez como bailarín.

En 1995, tras un largo recorrido como intérprete, funda la Compañía de Antonio Márquez, que se estrenó en el Teatro de la Maestranza de Sevilla con la obra Movimiento perpetuo. Reencuentros (1996) con coreografía de José Granero, Movimiento flamenco (1997), con colaboración coreográfica de Javier Latorre, El sombrero de tres picos (1998), Bolero, Boda Flamenca (2001) y Noche flamenca son algunas de las obras que vinieron después al frente de su compañía. Entre sus trabajos destaca el espectáculo Antonio (2008), homenaje del coreógrafo al bailarín Antonio Ruiz Soler; su interpretación de Ritmos de Alberto Lorca como artista invitado del Ballet Nacional de España en 2009, para la celebración del treinta aniversario de la Compañía; la reposición de El sombrero de tres picos con su compañía (2013) y la recuperación en 2019 de la coreografía Medea, de José Granero, con música de Manolo Sanlúcar y libreto de Miguel Narros, obra cumbre de la danza española.

Antonio Márquez, artista de gran reconocimiento internacional, ha recibido premios como el Premio Nureyev (1997) otorgado por la crítica italiana; el Premio al Artista más Valorado (2001), recibido también en Italia; el Primer Premio del Festival Internacional de Danza de Jerez (2003); el Premio Actúa de la Fundación AISGE (2018).